Pasados los carnavales, hemos tenido un tiempo horrible, con temporal. Pero ya ha pasado y estamos disfrutando de unos días magníficos, con temperaturas fresquitas pero con cielos despejados y sol.
Hoy hablamos de la Capitalidad Europea de la Cultura 2016 (es de rabiosa actualidad), pues ya sabéis que Donostia-San Sebastián es ciudad candidata y ha pasado el primer corte. Nosotros jugamos nuestras bazas: nuestra ciudad (la más bella de todas las que participan, la idea de las olas de energía ciudadana, los eventos culturales que se desarrollan a lo largo del año y que proyectan la imagen de la ciudad y del país, como el Festival Internacional de Cine, el proyecto vanguardista de Tabakalera, la transformación que está sufriendo en mejora de la calidad de vida de la ciudad, la conexión con Francia, la mejor gastronomía del mundo…) tiene sus puntos fuertes y juega sus atractivas bazas. Pero no es menos cierto que los rivales tienen las suyas y también pujan muy fuerte. Va a estar muy disputado.
Zaragoza tiene como punto fuerte las instalaciones de la Expo que se celebró hace tres años.
En Las Palmas de Gran Canaria tienen como atractivo el clima (que facilitaría multitud de actividades al aire libre) y su paraje, también muy bello.
Córdoba presenta como eje fundamental de su acción la magnífica idea del encuentro y convivencia pacífica de varias culturas. Parece la gran favorita, pero ya se sabe que a veces los favoritos pierden…
Burgos pivota su acción en torno a la idea de Atapuerca, el origen de la cultura europea precisamente. Tienen un excelente museo sobre este tema y el Camino de Santiago, casi nada.
Segovia es la ciudad más pequeña de todas las que compiten y su punto fuerte, además de sus muchos encantos y programa, es precisamente que se concentrarían las actividades en torno a un núcleo urbano accesible para todos por su tamaño.
En fin, que podemos comprobar que los rivales son de altura. Nosotros apostamos evidentemente por nuestra ciudad y por su original idea: la fuerza de los ciudadanos en la metáfora de la ola.
Hasta pronto, queridos/as amigos/as de MADY.
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