Es el pequeño gran museo de la ciudad. Todo donostiarra o guipuzcoano recuerda haber ido, de niño, con el colegio o ya de adulto, a visitarlo. En nuestra memoria están las estelas funerarias que nuestro profesor nos llevó a ver. También recordamos la colección de pintura vasca. Pero tampoco nos podemos olvidar de… ¡los enormes guantes del Gigante de Alzo que de niños se nos antojaban casi propios de un ser mitológico! Y, ni mucho menos, podemos olvidarnos de una de las personas que trabajaba en el museo, padre de un amigo nuestro, ya fallecido. Desde aquí nuestro sentido recuerdo.
Pues todo esto -y mucho más- se puede volver a ver a partir de hoy en el Museo de San Telmo gracias a la restauración y renovación realizadas. Decimos restauración porque el edificio que fue convento, de lo mejor que tenemos en la ciudad, del siglo XVI, ha sufrido un completo tratamiento que lo ha dejado inmaculado y que resalta más su belleza. Además, han aparecido, durante la obra, unas pinturas de gran valor que permanecían ocultas. Y decimos renovación porque han ampliado el museo construyendo un edificio paralelo a la ladera del monte Urgull que tendrá la particularidad de que -por unos agujeros hechos en el revestimiento metálico- brotarán plantas que tapizarán de verde toda la superficie. Desde este edificio entraremos al museo y podremos acceder a la colección permanente, a las exposiciones temporales, a la cafetería (innovadora porque la afamada firma Bocado -que gestionará el negocio- pretende unir arte y gastronomía) y a salas preparadas para todo tipo de actividades culturales y artísticas. El museo se implicará y colaborará con los grandes eventos anuales como son el Festival de Cine, de Jazz…
¡¡A disfrutarlo!!
Celebramos la reapertura del museo, ampliado y mejorado, un lujo y un aliciente más para venir a Donostia-San Sebastián esta próxima Semana Santa.
Os dejamos unos enlaces con la noticia de la reapertura del Museo:
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